Recuperación cutánea de una cicatriz tras una intervención quirúrgica

Hoy quiero volver a recordar lo importante que es cuidarse del exceso de sol. La piel tiene memoria y el sol, que hayas cogido cuando tenías 15 años, sin preocuparte por ponerte un buen protector solar y pegándote horas y horas en la playa, te puede pasar factura años más tarde, como es mi caso. En los últimos cuatro años ya me han detectado tres carcinomas basocelulares en la cara y oreja. Dos de ellos fueron eliminados con cirugía estética, gracias a la buena mano de mi cirujano plástico y gracias a la detección temprana de mi dermatólogo, al que visito cada cuatro meses para revisiones rutinarias.

El 7 de febrero de este año fue otra de esas revisiones (la anterior había sido en noviembre, donde aún no tenía nada) y de nuevo mi piel había presentado unas manchas, que no tenían buena pinta.

Dos semanas más tarde ya tenía cita para la cirugía y esta vez me iba a quedar una cicatriz bastante grande en mitad del cachete.

La cicatriz de la frente de hace dos años se disimula bastante bien, ya que parecen arrugas de pensar demasiado, así que ni le doy importancia, pero en mitad de la cara sí que tenía ligeras preocupaciones por cómo iba a quedar tras la operación.

Al quitarme el vendaje al día siguiente de la operación me dio un pequeño susto, pero pensé, que más vale calmarme, tener paciencia y una vez quitados los puntos, volver a confiar en las cualidades de los aceites esenciales y vegetales de Esential’ Arôms, que son los que aplico a diario para curar la cicatriz.

La mezcla que elegí fue a base de aceite vegetal de rosa mosqueta, aceite esencial de jara, de lavanda, de naranjo amargo y de pachuli. Una combinación adecuada para acelerar la cicatrización, regenerar la piel y para activar la microcirculación sanguínea de la zona. Esta mezcla no solo me ayudó a conseguir los resultados en poco tiempo, sino que también me alivió la ansiedad que me estaba generando tener que llevar la mascarilla en horario de trabajo, ya que me rozaba constantemente la cicatriz y era una situación bastante incómoda.

Como pueden observar en la foto, una semana después de la operación ya me quitaron los puntos y la cicatriz ya estaba bastante bien, a pesar de mis preocupaciones.

Cuatro meses después de la operación ya tiene un aspecto mucho mejor. Aún está algo oscura y tardará en igualarse a mi tono de piel, porque hasta hace nada aún me sentía los puntos internos, que se han ido absorbiendo.

Así que solo puedo decir que, sin usar ningún producto químico, mi cicatriz se ha ido regenerando poco a poco gracias a la maravilla de los aceites, que nos da la naturaleza.

Tal como está reaccionando mi piel, puede que en un futuro me salga algún carcinoma más. No está descartado, pero tampoco me voy a preocupar de antemano. Lo importante es seguir las revisiones rutinarias, usar protector solar a diario y no exponerme al sol en horas punta.

Así que si tienes niños a los que les encanta la playa, protégelos del sol, ponles gorro, aplícales una buena crema solar de filtros minerales e incúlcales que hay que cuidarse del sol desde jóvenes, para evitar consecuencias futuras.

A parte de la mezcla de aceites, también me gusta usar cualquiera de los hidrolatos florales de Esential’ Arôms. Ahora mismo, con los calores que tenemos, mi preferido es el de Rosa de Bulgaria, que también tiene propiedades regeneradoras.

Otro día les cuento cuál es mi rutina de cuidados faciales diaria, el tipo de crema que uso y con qué productos me limpio y cuido la piel.

Si quieres más información, siempre puedes pasar por la tienda o contactar por correo electrónico o por WhatsApp.

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